Estrés, nuestro cotidiano compañero desconocido.

Hoy en día existen muchos factores que pueden provocarnos estrés, pero, ¿qué es en realidad el estrés? Se dice que es una reacción natural ante un hecho que se nos presenta amenazador, para ello hacemos uso de nuestros recursos físicos, mentales y conductuales para enfrentarnos a esa situación.

Normalmente se piensa en el estrés como algo negativo, pero no siempre es así, existe el estrés positivo que nos facilita adaptarnos a las situaciones de cambio. Por ejemplo, si debemos hacer una presentación ante muchas personas, es positivo tener cierto nivel de estrés para responder a este reto. Sin embargo, si este estrés es elevado o persiste durante un largo periodo de tiempo, será negativo para nosotros.

Existen dos tipos de estrés:

  • Estrés agudo. Dura poco tiempo y se da en nuestra vida diaria. Por ejemplo, una pelea con nuestros padres, un nuevo trabajo o una actividad nueva. Se puede manifestar en forma de presión arterial alta, ansiedad, problemas de piel como el acné, aumento de peso, etc.
  • Estrés crónico. Más prolongado, estamos en constante estado de alerta, resulta agotador y tiene consecuencias en la salud física y emocional de quien lo padece. Por ejemplo, problemas económicos, enfermedad, problemas continuos en el trabajo. Algunos signos son: dolores de cabeza, cansancio, diarreas, pérdida o aumento de peso en exceso, insomnio, dolores de cuello, etc.

Factores que pueden desencadenar estrés

 

  • Físicos:
    • Ruido
    • Temperaturas extremas
    • Enfermedades
    • Adicciones
    • Insomnio
    • Aislamiento y confinamiento
    • Situaciones que requieren un esfuerzo

 

  • Emocionales
    • Percibir una amenaza
    • No conseguir los objetivos que nos planteamos
    • Presión grupal
    • Frustración
    • Relaciones sociales complicadas

 

 

Tratamientos

 

El problema que nos produce estrés puede afrontarse de dos maneras: cambiando o evitando el hecho estresante o cambiando la manera como la persona percibe y afronta esta situación. Nosotros recomendamos que si el estrés está afectando a tu vida, acudas a un psicólogo para que te ayude a mejorar esta situación.

Tratamientos Médicos:

 

– Ansiolíticos: en ocasiones son necesarios para “desbloquear” a la persona cuando se siente invadida por el estrés.

– Técnicas de Biofeedback: la persona puede ser consciente de la función que desea controlar.

– Técnicas de Respiración: aprender respiración abdominal ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.

– Técnicas cognitivo-conductuales: descubrir los pensamientos negativos que nos perjudican para poder convertirlos en algo positivo.

– Técnicas de autocontrol: tomar conciencia de las emociones para poder mantenerlas en unos niveles no dañinos.

 

Tratamientos Medicina Alternativa:

 

– Acupuntura: colocar agujas en ciertas partes del cuerpo para prevenir o curar el estrés

– Yoga: movimientos que sincronizan el cuerpo con la respiración.

– Pilates: ejercicios que fortalecen ciertas partes del cuerpo y que sirven para relajarlo.

– Digitopuntura: consiste en masajear ciertas partes del cuerpo para aliviar la tensión.

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